No es solo un día de trabajo mas ( Rikki Chadwick )

Volví a mirar mi reloj, ya pasaban mas de 10 minutos - No llega... - musite nervioso mirando la puerta de nuestro bar mientras limpiaba enérgicamente la barra, normalmente no me ocupaba de estas cosas pero ya no sabia en que ocupar el tiempo. Desde que Rikki rompió conmigo me desespere por demostrarle lo que sentía y siento por ella, pero parece que nunca han salido bien las cosas, algo que llegaba a desesperarme mas y mas cegandome de todo lo demás, la quería demasiado para haberla perdido y el no saber demostrárselo era lo que mas conseguía carcomerme por dentro. Sin embargo ayer había encontrado la respuesta, era un acto que realmente demostraba lo que sentía por ella de forma incondicional, aunque también tenia que reconocer que me daba miedo dar ese paso, podia significar el fin real de todo y sinceramente no creía estar preparado para ello ¿ aunque cuando podría estarlo realmente ?

Daba gracias a que aun no hubiera clientes, al menos por el momento, había dejado el portafolios en una mesa apartada, mirándolo de reojo mientras mi cabeza seguía pensando que se retrasaba. Dejando el trapo tras la barra me dirigí hacia aquella apartada mesa, girando el portafolios hacia mi para abrirlo y revisarlo de nuevo por encima... todo estaba en orden, dejando de nuevo el portafolios en su posición inicial para girarme hacia la puerta al oír unos pasos, mi corazón se acelero al verla a ella, notando como los nervios se hacían mas patentes, negué con la cabeza antes de acercarme a ella - Hola Rikki - le salude sonriendole - ¿ como estas ? - le pregunte sin saber muy bien porque, claro que me importaba como estaba pero no terminaba de saber muy bien como actuar ahora que no estábamos juntos y yo no hacia mas que fastidiarla aun mas cada vez que intentaba arreglarlo.

Casi ni me di cuenta de que la había asustado al saludarla, incluso me quede congelado en el sitio mientras ella se iba para la barra disculpándose, algo ante lo que no reaccione, aun pensaba como exponérselo exactamente y los crecientes nervios no ayudaban demasiado al asunto, dándole aun mas sospechas de que algo pasaba... por supuesto no lo dejo correr, aunque realmente me venia bastante bien ahora que estaba decidido, nervioso pero decidido - ¿ Podríamos hablar un momento ? - aunque ni siquiera le deje contestar, tome su mano casi arrastrándola hasta la mesa en la que estaba el portafolios - ¿ Por favor ? - apartando una silla y ofreciendosela para que se sentara, después de lo cual me senté en la silla frente a la de ella. Coloque mis manos sobre el portafolios, intentando tranquilizarme un poco, aunque pensando que era la ultima oportunidad que tenia no conseguía que fuera efectivo - Me cuesta mucho esto, así que por favor Rikki déjame decirlo todo del tirón - el tono era mas claro de lo que esperaba con mis nervios, aunque creo que la suplica que le entregaba mi mirada le fue suficiente para aceptar.

Tome aire, iba a ser un largo discurso o eso tenia en mi cabeza - Creo que he sido demasiado pesado desde hace un tiempo - admití con sinceridad, desviando mi vista al portafolios - a lo que creo que se le podría añadir inoportuno y torpe - sonriendo un poco amargamente sin levantar la vista - creo que en ningún momento he llegado a saber expresar todo lo que sentía por ti Rikki - levantando la mirada para centrarla en la de ella - lo que siento por ti - dejandole claro que era algo que no solo estaba en el pasado - y puede que nunca consiga demostrártelo totalmente - tomando entre mis manos el portafolios, girándolo para ofrecérselo - a lo mejor esto puede hacerle sombra a todo lo que siento por ti - esperándolo que lo tomara para ver su contenido. Al final parece que el discurso no había sido tan largo, pero los nervios no me dejaron andarme por las ramas, hicieron que fuera mas directo de lo que tenia planeado.

El que se sonrojara antes de abrir el portafolios, tengo que admitir que llego a ilusionarme, a esperanzarme con la idea de que a lo mejor tenia alguna posibilidad de volver a estar con ella, sin embargo empezó a desvanecerse con sus palabras... conocía la forma de ser de Rikki, sabia que muchas veces era mas orgullosa de lo que debería aunque siempre me había gustado de ella que seguía su propio código moral - Rikki... - tomando una de sus manos con las mías, un acto reflejo del que no fui del todo consciente - ... ambos sabemos que este bar... realmente es tuyo - admití con una excesiva sinceridad, ya que me gustara o no era así - yo solo puse el dinero... cada vez que hemos tenido un problema has sido tu quien lo ha solucionado - agachando un poco la mirada, simplemente desviándola mientras me sonrojaba algo avergonzado, dándome cuenta de que tenia su mano entre las mías, aflojando la presa que tenia sobre ella pero manteniendo mis manos rodeando la suya - siempre había dicho que sabia de negocios... pero ambos sabemos la verdad... - volviendo a levantar mi mirada para centrarla en la de ella, en esos increíbles ojos marinos que me volvían loco - solo soy bueno en eso cuando te tengo a mi lado... - llegado a este punto, realmente me daba igual admitir toda la realidad tal y como era, realmente empezaba a darme por vencido en el tema de reconquistarla - ambos sabemos que cuando hemos tenido diferencias de opiniones... llegamos a hablarlas y casi siempre, por no decir siempre, tenias la razón... - admitiendo algo mas del pasado que teníamos con el bar que tanto significaba para ambos - ... ahora que... - desviando la vista de nuevo, notando como se sonrojaban cada vez mas mis mejillas - ... que la fastidie... muchas veces no pienso con claridad y no quiero que nuestro bar sufra por mi mala cabeza - levantando de nuevo mi mirada, reflejando algo de temor y suplica que hacia en contra de mi voluntad - se que en tus manos siempre ira bien - mire a nuestra alrededor, observando el bar, aun vacío gracias a dios - todo esto es muy importante para mi, puede que sea una tontería o te rías de ello... pero para mi siempre ha simbolizado nuestro amor.. - volviendo a agachar de nuevo la mirada, casi mirando mas mis pies que a otro lado - por favor... aceptalo... - fue lo ultimo que logre decir, aunque mas bien fue casi un susurro.